(*) Muchos dicen que La Viñita es la primera iglesia de Chile. Fue mandada a construir por doña Inés de Suárez en 1545. El año 1834 se reconstruyó, ya que las inclemencias naturales, como el paso del tiempo y los terremotos, hicieron que ésta se derrumbara, fue ahí cuando se le dio el nombre de La Viñita, bautizada así por los extensos viñedos y huertos que la rodeaban.

Verdadero alboroto provoco don Pedro de Valdivia, cuando mediante lo que hoy llamaríamos un “golpe de estado” se proclamo gobernador del reino. El conquistador, en el año 1546 procedió a repartir terrenos entre sus compañeros de armas. Un buen retazo le correspondió a doña Inés de Suárez, como premio a su valentía, adhesión y lealtad. A ella le otorgo el sector que antiguamente se llamaba la Chimba y que esta enmarcado por el río Mapocho, por el sur; El Salto por el norte; el camino de Chile, hoy Independencia por el poniente y el imponente cerro San Cristóbal por el oriente.

El rancho donde vivía Doña Inés se ubicaba donde actualmente esta la calle Juárez. Desde esta casa la mujer que era muy devota, emprendió la dirección para la construcción de la capilla de Montserrat, que estuvo ubicada en la falda poniente del antiguo “Cerro de Huechuraba”, hoy Cerro Blanco.

Admirado por el avance de los trabajos de la ermita, don Pedro amplio la donación otorgada a doña Inés.

Con el paso del tiempo el conquistador murió trágicamente combatiendo contra los araucanos en la batalla de Tucapel.

En el año 1553.Doña Inés,  quiso que se recordara la generosa contribución hecha por Don Pedro, para ello refundo la capilla en la cumbre del cerro para que allí se celebrasen misas y sufragios por el alma del conquistador.

Pero transcurridos los años y fallecida doña Inés, la capilla termino por deteriorarse, loque llevo a los Padres Dominicos que vivían también en el barrio de la Chimba a levantar una segunda capilla que ubicaron a los pies del cerro, en su borde occidental.

Como esta segunda capilla se alzaba frente a una muy bien cuidada viña, rodeada de huerotos que resplandecían al sol, el pueblo empezó a llamarla “la viñita”. 

La actual viñita fue concluida 1834 gracias a las donaciones y limosnas de las fieles y a la generosidad de Don Pedro Nolasco León, cuyo apellido aun se conserva en una calle de la Comuna de Recoleta.